Las calles de Buenos Aires se convirtieron el pasado sábado en epicentro de las protestas contra el Gobierno del presidente Alberto Fernández en medio de una fuerte polémica tras conocerse que varias figuras cercanas al poder se habían vacunado contra Covid-19 de forma privilegiada.
Las protestas tuvieron lugar en varios puntos del país, aunque la más multitudinaria se vivió en la capital, donde las personas manifestantes abarrotaron la emblemática Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede del Ejecutivo y otras zonas del centro de la ciudad.
«Hubo vacuna VIP para la gente de La Cámpora (agrupación de la juventud kirchnerista) y a los pobres viejos que se están muriendo no les dieron, se las robaron, y otra excusa no queda, por eso venimos a protestar, para que renuncien todos», dijo a la prensa extranjera el argentino Carlos Alberto Moreno, representante de los movimientos ciudadanos.
En la céntrica plaza se concentraron personas y liderazgos de la oposición, como el congresista Mario Negri, presidente del bloque de la Unión Cívica Radical y del interbloque Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados, quien destacó la «indignación» que vive la ciudadanía.