Pese a la aprobación del plebiscito, las protestas en Chile volvieron, exigiendo una vez más la renuncia de Sebastian Piñera.
De acuerdo a la agencia AFP, más de 10.000 personas acudieron a las inmediaciones de la Avenida Alameda; arteria principal de Santiago de Chile.
La protesta fue dispersada con el uso de agua y gases lacrimógenos.
También se reportaron destrozos a paradas de autobuses y una marcha de mujeres con motivo del Día Mundial de la Erradicación de la Violencia contra la Mujer.