China reveló hoy las metas socioeconómicas y políticas que perseguirá para convertirse hacia 2035 en un estado socialista moderno, con garantía de los servicios esenciales a su población, un ejército fuerte y liderazgo en la innovación científico-tecnológica.
Los objetivos se definieron en una reunión plenaria del Comité Central del Partido Comunista (PCCh) que sesionó entre el lunes y este jueves.
Plantean un impulso al crecimiento de la economía, el ingreso per cápita de la población, la agricultura, una nueva industrialización y al desarrollo de sistemas de avanzada en la informática y el mundo digital.
El crecimiento se cimentará en el mercado y el consumo doméstico, aunque también dejará espacio para los intercambios y las inversiones del exterior.
Ello implicará transformar a China en un fabricante de productos de calidad, competitivo y autosuficiente en su cadena industrial de suministros.
Según el texto, China se convertirá en un país fuerte en cultura, educación, talentos, deportes y salud, al mismo tiempo fomentará hábitos de civismo, protegerá los derechos de la ciudadanía y velará por el imperio de la ley.