Pasek Adi Putra, el director de una escuela de turismo en la Isla Bali, optó por aceptar que sus estudiantes de bajos recursos, paguen su matrícula con cocos y otras materias primas como las hojas de moringa.
Según el directivo, las materias primas son aprovechadas por la institución, para la elaboración de productos derivados de las mismas, que los estudiantes pueden vender por la escuela.
Asimismo, destacó que con la idea no solo esperan evitar la deserción universitaria, sino optimizar la mentalidad de los profesionales que forman en el centro.