Cientos de migrantes ingresaron hoy a Perú desde Brasil y fueron devueltos al vecino país por la Policía, en medio de preocupaciones religiosas por lo peligroso de la situación.
Cerca de 400 migrantes de Haití, Senegal, Burkina Faso, Pakistán, Bangladesh e India, rebasaron el cordón policial instalado en el lado peruano del puente Integración, entre las localidades amazónicas de Iñapari (Perú) y Asís (Brasil), informaron fuentes de la zona.
Cuando habían avanzado cientos de metros, refuerzos de la unidad policial antidisturbios y militares lanzaron gases lacrimógenos y obligaron a los migrantes, incluyendo mujeres y niños, a retroceder hasta el puente y el territorio brasileño.
El tránsito fronterizo está prohibido en Perú, como parte de las medidas decretadas contra la propagación de el Covid-19.
Los migrantes son residentes legales en Brasil y, según el Vicariato Apostólico católico de la región de Madre de Dios, de la que es parte Iñapari, no quieren quedarse en Perú sino transitar hasta la frontera con Ecuador, costeando transporte y estancia, y de allí seguir a otros destinos.
Ante el conflicto, el citado Vicariato pidió ayer al gobierno peruano en un comunicado público ‘dar una solución inmediata a esta situación para evitar que se desencadene un grave conflicto social’.