«Para el 8 de enero, el humo había recorrido la mitad de la Tierra, cruzando América del Sur (…) Se espera que el humo haga al menos un circuito completo en todo el mundo, volviendo una vez más a los cielos sobre Australia.” Advirtió la agencia aeroespacial en su portal web.
En el momento en que las columnas de humo alcanzan los 16 kilómetros de altitud “pueden viajar miles de kilómetros desde su origen.” Según la nasa las emisiones están afectando “dramáticamente” la calidad del aire en Nueva Zelanda.

El gobierno Australiano ha reconocido errores en la gestión del desastre, asumió el primer ministro del país Oceánico Scott Morrison, lo que devino en aproximadamente 1.000 millones de animales.
La NASA explica los posibles efectos que originen los incendios, entre ellos tormentas eléctricas en cifras inusualmente altas y carentes de precipitaciones.