Preocupada por el deterioro de los principales indicadores de la curva epidémica en las últimas semanas, Italia procura impedir que en el enfrentamiento a el Covid-19 las cosas continúen de mal en peor.
Las estadísticas publicadas por el Ministerio de Salud indican que los casos confirmados y decesos superan los 343 mil y 36 mil, respectivamente, con más de 70 mil personas actualmente contagiadas, entre ellas cinco mil 372 confirmadas la víspera a partir de los datos registrados en las 24 horas anteriores.
A la espera del arribo de la vacuna, las autoridades sanitarias insisten en la necesidad de cumplir con las medidas impuestas para contener la propagación del nuevo coronavirus, en particular la higienización, con énfasis en el lavado frecuente de las manos, el distanciamiento social y el uso de mascarillas.
El objetivo principal es evitar una crisis fuera de control que obligue a otra suspensión generalizada de actividades económicas y sociales como la decretada en marzo último, en la fase más aguda de la epidemia.
Aunque el gobierno rechaza esa opción, por ahora, todo dependerá de la evolución de la epidemia en las próximas semanas en lo cual incidirán las nuevas medidas adoptadas, como la prórroga del estado de emergencia hasta el próximo 31 de enero y la ampliación del uso obligatorio de mascarillas en espacios abiertos.
