Las langostas que destruyeron los sembradíos de nuestro pueblo ayer florido, son estas muy distintas y distantes en el tiempo a las siete que diezmaron al imperio faraónico del antiguo Egipto y mucho antes de la llegada de nuestro señor Jesucristo.
¿Cuál es la relación de las langostas del ayer y las taras de hoy? Que las de ayer tan solo se comieron los sembradíos de trigo para que durante siete años como castigo, Egipto no tuviese comida para comer; es lo que los sabios de la época como José, por invocación divina le dijo al faraón; que esto traería como consecuencia una hambruna y necesidad «perruna», y por lo tanto había que sembrar y llenar de nuevo los silos, para volver a engordar las vacas que habían quedado flacas por la escases y la hambruna; e hilar de nuevo con hilo fino,
Pero después de mas de dos mil anos, mas 22 de nuestro calendario en un país de nuevo mundo llamado Venezuela, siempre tuvo sus silos repletos de trigo, pero como siempre existe un bendito pero, llegaron no siete, ya que tan solo una plaga basto para acabar con los silos de las industrias, sembradíos y campos de la propiedad privada y estos hoy están totalmente vacíos y pintados con el símbolo de la bandera, y las vacas cada día mas flacas, quedando solo de ellas huesos blancos de verano en medio de la sabana y las gordas mas gordas mugiendo y deseando que no se escampe, sino que en cada elección nos continúe lloviendo café en el campo.
