Más de mil ciudades en Brasil carecen hoy de balones de oxígeno en sus redes de atención hospitalaria para atender a pacientes contagiados por Covid-19, alertó el Consejo Nacional de Secretarios Municipales de Salud (Conasems).
Citado por el periódico Folha de Sao Paulo, la junta también revela que el número de urbes en estas condiciones puede ser aún mayor.
El balance advierte sobre el empeoramiento del panorama si la cifra de hospitalizaciones a causa de el Covid-19 sigue siendo alta y hay obstáculos en la adquisición de equipos.
Según el documento, mil 68 municipios corren el riesgo de desabastecimiento en los próximos 10 días si no se renuevan las existencias.
‘Es un problema nacional’, reconoció al diario la asesora técnica del consejo, Blenda Pereira.
Folha asegura que, a finales de marzo, el Ministerio de Salud identificó siete estados con escasez de oxígeno y adoptó medidas para minimizar el problema mediante el envío de cilindros adicionales.
Sin embargo, la cartera ‘está secando el hielo, pues las bombonas no eran suficientes para abastecer a toda la red sanitaria, actualmente colapsada’.
‘Hemos consumido un 300 por ciento más de lo normal’, advirtió el presidente del consejo en el estado de Mato Grosso (centro-oeste), Marco Antônio Felipe.
Explicó que el ministerio trajo un cargamento de 340 cilindros, que distribuimos a las ciudades en situación más delicada. ‘Pero la preocupación persiste, porque Mato Grosso tiene un gran territorio, y los municipios no pueden tener existencias. Hay ciudades a casi 800 kilómetros del distribuidor’, apuntó.
De acuerdo con el cotidiano, el Conasems constató que las secretarías informaron que el aumento de la demanda de oxígeno provocó dificultades con los proveedores por falta de existencias.
‘Tuvimos que habilitar algunas camas en unidades sanitarias básicas. Y, de la noche a la mañana, nos encontramos con que tenemos que disponer de 10 a 20 cilindros’, comentó Felipe, sobre la situación en las ciudades de la región.
