Dicen que entre cielo y tierra no hay nada oculto y la situación país ha conllevado a que el ingenio y la creatividad macabra despierte las más grandes miserias humanas.
La ciudad de El Tigre se conmovió cuando una señora dijo que su expareja le había propinado una golpiza e incluso le introdujo una botella en la vagina creando destrozos en sus partes íntimas.
Poco a poco la familia Bolivar, constructores de varias generaciones y quienes gozan del respeto público, comenzaron a escudriñar por los canales regulares y consiguieron que jamás existió ninguna anomalía ni en la vagina ni en el ano de la presunta víctima.
Las investigaciones extraoficiales arrojaron que todo se trató de una componenda con una conocida dirigente política que ha estado señalada por traficar con terrenos y viviendas públicas, quien persuadió a la falsa víctima en decir tales agresiones y chantajear con la nueva ley de la mujer un acuerdo reparatorio dónde le exigiera a la familia Bolivar la cantidad de 40 mil dólares en efectivo, que quedarían repartidos en 20 mil para la denunciante, 10 mil para la asesora y 10 mil para el abogado.
De igual manera, nos enteramos que en el acuerdo la denunciante solicito la patria potestad del hijo que hay en común para dejarlo con su mamá en una casita de una sola pieza mientras ella se iba con su nueva pareja y los dólares para Argentina.
Esta trama de engaño, manipulación y extorsión apenas se está destapando. El mundo Oriental de manera responsable y veraz se compromete en seguir investigando.
