Hoy día 4 de enero, miles de bomberos y rescatistas australianos siguen luchando día y noche, contra los más de 200 incendios activos en los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria, que han arrasado ya con más de 3 millones de hectáreas. El desastre natural a traído resultados más que catastróficos para su país.
Se sabe que la ola de calor dio sus inicios en septiembre, y desde ese mes comenzaron incendios forestales esporádicos, los cuales no han hecho más que agravarse a lo largo de los estados ya mencionados.
Fueron declarados al menos 23 muertos por la crisis y calcinadas más de 1.300 viviendas; a lo que, autoridades de Australia, ordenaron estricta evacuación, la cual comenzó el jueves 2 de diciembre. Se teme que el número de fallecidos por los incendios en el sureste australiano puedan aumentar en estos días.
Nueva Gales del Sur; hasta ahora el lugar más afectado, se ha declarado en estado de emergencia debido a los pronósticos de temperaturas por encima de los 40 grados y fuertes vientos en su costa que movilizaron el humo a otras localidades.
Ciertas regiones de Nueva Gales tienen todavía incendios muy intensos, con humo tan denso que se hubo que interrumpir el reconocimiento aéreo y la intervención de bombarderos de agua, según bomberos encargados de las áreas rurales.
Por otro lado se ha hecho viral en Instagram y Twitter bajo el hashtag #australia la gran cantidad de animales, los cuales encontraron su muerte en las partes boscosas de la zona; que rondan ya por los 500 millones.
