La tarde de este sábado 14 de noviembre, el empresario venezolano Andrés Antonio Fernández, conocido como «Toñito», sufrió un atentado frente a su residencia en Pacaraima, Brasil.
Fernández fue emboscado por 5 sujetos que hablaban español a bordo de una camioneta Hilux, con placas ocultas. Alrededor de las tres de la tardes lo abordaron y sometieron para llevárselo a la fuerza; intentaron inyectarle un líquido el cual se desconoce su composición y el que no lograron suministrarle en medio del forcejeo, dicha jeringa se encuentra en manos de la policía federal que la encontró en el área del suceso.
Al resistirse el agraviado, le dispararon a nivel de la pierna derecha y lo montaron en el vehículo, emprendiendo así la huida hacia la zona limítrofe con Venezuela.
Una vez dentro de territorio venezolano, la camioneta quedó atascada en el lodo a escasos 50 metros del borde donde rompió la cerca fronteriza, lugar donde esperaba un vehículo del ejército venezolano con varios oficiales, entre ellos un teniente y un capitán, los cuales no tenían sus nombres en los uniformes, informaron medios locales.
A Toñito lo arrodillaron mientras el pedía explicaciones y fue en ese momento cuando se aglomeró un grupo de pobladores tanto brasileños, como venezolanos residentes de Pacaraima; quienes se introdujeron masivamente hasta el sitio donde estaban los militares armados, logrando cargar en brazos al empresario; mientras los efectivos del ejército venezolano, luchaban contra los pobladores para evitar que lo retornaran a territorio brasileño.
Aun así, más pudo la comunidad y lograron llevarlo nuevamente a Brasil.
Posteriormente, luego de ser rescatado fue llevado a un centro hospitalario donde se encuentra fuertemente resguardado por la Policía Federal, Policía Militar, Policía Civil y efectivos del ejército brasileño.
Entre los pobladores se rumora como principal motivo de este hecho, que fue una orden suministrada por el gobernador de Bolívar Justo Noguera, junto a los generales que lo acompañan en Santa Elena de Uairén.
Recordemos que Antonio Fernández, tiene más de 2 años solicitado por la justicia venezolana, por legitimación de capitales, contrabando de oro y otros delitos. Su nombre se dio a conocer cuando iniciaron los procedimientos «mano de metal», ejecutados por la Dgcim.
A principios del año pasado, Toñito fue también acusado de haber sido el supuesto financista de militares desertores venezolanos que cruzaron la frontera con Brasil y presuntos mercenarios.
