El Observatorio Venezolano de Prisiones denunció que reclusos del Centro de Formación del Hombre Nuevo, en el estado Carabobo, fueron castigados por matar a un perro para comérselo, por falta de alimentos.
El animal, una perra Rottweiler, a la que llamaban “la niña” o “princesa”, y que era propiedad del anterior jefe de este penal, fue sacrificada y devorada por varios presos, quienes ahora pagan las consecuencias por el hecho cometido.
“Los familiares aseguran que los reos se están muriendo de hambre, pues solo les distribuyen una comida y un pan de vez en cuando“, denunció el OVP.
El disgusto o indignación, sostienen los familiares de los privados de libertad, es porque ellos les llevan alimentos para que coman algo mejor, pero por órdenes superiores, los subalternos o custodios, echan para atrás hasta más de la mitad la comida que con esfuerzo logran comprar por la situación crítica que viven todos en el país.
La organización citó declaraciones de uno de los familiares, quien dijo que “el hambre desespera y más aún si tienen tiempo sin comer una comida completa. Tremenda pela que les darían y ahora ni siquiera les darán la aguada de arroz que les dan a todos”.