La economía francesa cayó un 8,3 por ciento en 2020, debido a la epidemia de Covid-19, la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, de acuerdo a los datos provisionales presentados hoy por el Banco de Francia.
Las estimaciones oficiales valoraron incluso una contracción mayor, del 9 al 10 por ciento, pero la actividad económica aguantó mejor de lo esperado durante el último trimestre, pese a las restricciones sanitarias impuestas.
La economía únicamente estuvo penalizada por la caída del consumo de los hogares, mientras que la inversión y el comercio exterior se recuperaron.
Lastrado por las limitaciones de los confinamientos impuestos durante la primavera y el otoño, el consumo familiar acusó una caída del 7,1 por ciento en el conjunto del año.
Por su parte la inversión consiguió recuperarse durante el último trimestre del año, mostrando un incremento del 2,4 por ciento, sin embargo aún se encuentra un 9,8 por ciento por debajo del nivel registrado a finales de 2019.
En lo que respecta al comercio exterior tanto las exportaciones como las importaciones se desplomaron en 2020, con caídas del 16,7 y del 11,6 por ciento respectivamente, a pesar de las ligeras subidas en la segunda mitad del año, más acusadas en las ventas al exterior.
