El ministro de Alimentación, Agricultura y Pesca de Dinamarca, Mogens Jensen, ha dimitido este miércoles por un caos político surgido tras la orden del Gobierno de sacrificar a los visones de todas las granjas del país.
Jensen protagoniza así la primera gran crisis del Ejecutivo socialdemócrata de la primera ministra, Mette Frederiksen, desde que tomó el poder en junio del año pasado.
El Gobierno ordenó el sacrificio de 17 millones de animales para evitar la propagación de una mutación del coronavirus.
El ministro se disculpó públicamente y lo consideró un error; su departamento envió además una carta a los criadores aclarando que el sacrificio de los visones no era una orden, sino un llamamiento teniendo en cuenta el potencial problema de salud pública. La asociación de criadores de visones lamentó la confusión, pero consideró que “no había vuelta atrás”.
La primera ministra aseguró que no tuvo conocimiento de la falta de cobertura legal hasta cuatro días después del anuncio del Gobierno, y atribuyó la responsabilidad al ministro.