En Rusia, la empresa Gazprom suspendió por completo el suministro de gas a Polonia y Bulgaria, por no haber pagado el servicio en rublos, como exigió el líder del Kremlin, Vladimir Putin, a finales de marzo.
A partir del 1ro de abril, los pagos por el suministro de gas deben realizarse con la moneda rusa, así lo ordenó Putin. La mayoría de las naciones europeas se negaron a esta exigencia.
Los países considerados «hostiles e inamistosos» por el gobierno rusos tendrían que abrir una cuenta especial en rublos y otra en divisas en Gazprombank.
Tras el corte del suministro, Rusia declaró que los envíos también serán suspendido para otros países si estos no aceptan el nuevo mecanismo de pagos en rublos, de acuerdo a El Diario.
«Conforme se acerque el tiempo de pago, y si los consumidores rechazan el nuevo sistema de pago, el decreto presidencial será implementado», declaró el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
