El hecho ocurrió el pasado 14 de enero en la avenida Canta Callao, en San Martín de Porres (SMP), Perú.
Tras ser detenido, Jesús Aranda Villegas confirmó ante los agentes de la Central Operativa de Investigación Policial – DIRINCRI PNP, que todo comenzó porque él orinó al lado del taller de planchado y pintura de autos en el que trabajaban las víctimas.
Cuenta que uno de los hombres se acercó a reclamarle, generando una discusión entre ambos. Segundos después aparecieron más compañeros del mecánico, por lo que venezolano decidió retirarse al verse superado en número, sin embargo, amenazó con regresar para tomar venganza.
Asegura que en un arranque de ira se dirigió hasta la habitación que alquilaba, ubicada a pocos metros del taller y sacó un arma de fuego. Afirmó que nunca tuvo la intención de acabar con la vida de sus rivales, solo quiso intimidarlos por lo que había pasado anteriormente.
“Yo no les quería hacer nada, yo solo los quería asustar, pero ellos se me vinieron encima y disparé 4 veces. Después me fui”, dijo el sujeto, quien además confesó que en su país ya había manejado armas de fuego y que tras cometer el crimen se deshizo del arma.
El asesino fue aprehendido junto a otros tres ciudadanos venezolanos, sin embargo, él ha declarado que hizo todo solo.
Esta versión es investigada por la Policía, pues según testigos, el detenido actuó en complicidad con otro sujeto.
