Venezuela está entre las economías más pobres de la región, con casi un 80% de sus ciudadanos viviendo en la pobreza extrema.
Para los organismos multilaterales, sin embargo, es una nación de ingresos medios-altos, ya que no actualiza sus cifras macroeconómicas desde 2014, cuando reportó ingresos per cápita por 13.080 dólares.
Por esta razón el país ingresó en el mecanismo Covax, una iniciativa liderada por la Organización Mundial de la Salud, Naciones Unidas y la Alianza Global para las Vacunas (GAVI) para garantizar el acceso de las vacunas anticovid a los países en desarrollo, bajo la figura del autofinanciamiento y no del subsidio, como lo hacen los países de bajos ingresos. El resultado es que debe pagar por las vacunas y estas no llegan.
La distribución de los países entre las dos vías de acceso al Covax (autofinanciado o subsidiado a través de las donaciones de los países más ricos) está basada en los datos de ingresos brutos per cápita que manejaba el Banco Mundial para 2019.
Venezuela, con las cifras de 2014, figura como un país de altos ingresos, por lo que se queda fuera de la lista de 92 países que pueden recibir inmunizaciones de forma gratuita como Haití, Honduras o El Salvador.