La mujer, cuyo nombre no ha sido revelado, denunció que fue secuestrada en la puerta de su casa en España, el 17 de octubre del 2016 por dos cómplices de su expareja.
Según su relato, los individuos la llevaron en coche a un lugar, donde fue maltratada y vejada por su exnovio, que le echó pegamento en la vagina y luego la dejó semidesnuda en una estación.
Tras su denuncia a la Guardia Civil, el supuesto agresor fue enviado a prisión, pero días después lo liberaron al aparecer indicios de simulación del delito.
En particular, los agentes habían obtenido imágenes de cámaras donde se podía observar a la procesada comprando varios utensilios que luego utilizó para simular la agresión.