Una mujer, que nació con genitales masculinos y femeninos, contó cómo los médicos decidieron que era un niño «sin su consentimiento» al nacer.
Luna Animisha, de 24 años, que vive en Puna, Hawaii, recibió un sexo asignado por los médicos al nacer, y dice que los profesionales le ‘cosieron la vagina’ y le extirparon el útero después de determinar «que era hombre».
Ella dice que someterse a una cirugía y que le asignaran un género antes de que tuviera la edad suficiente para tomar su propia decisión, la dejó con problemas de identidad porque siempre se sintió más femenina que masculina.
Después de años de luchas personales, Luna ahora espera recaudar los 150 mil dólares para someterse a una cirugía reconstructiva y a un trasplante de útero, aunque el procedimiento aún está en los primeros pasos y los ensayos clínicos están en curso.
El Clarín