Tras el anuncio del regreso a clases presenciales por parte del presidente de la república Nicolás Maduro; padres y representantes de todo el país han manifestado su descontento.
Primeramente afirman no estar seguros que se cumplan los protocolos de bioseguridad, puesto que la mayoría de las instituciones públicas carecen de agua para garantizar el lavado de manos.
Asimismo, afirman que la falta de combustible y efectivo complica el traslado del estudiantado; a lo cual se suma la difícil crisis económica que impide la compra de uniformes y útiles escolares.
Finalmente, la otra preocupación es la merienda de los estudiantes, ya que muchos padres perdieron sus empleos en pandemia y en los hogares más pobres, apenas pueden servir una comida diaria.