El gobierno de Xi Jinping manifestó ayer, su desagrado ante las sanciones que Estados Unidos, impuso contra la empresa petrolera propiedad de Rusia, Rosneft.
La medida calificada de “coercitiva, unilateral y arbitraria”, fue aplicada por los nexos comerciales que el consorcio energético ruso tiene con Petróleos de Venezuela.
La cancillería de China, dirigida por Geng Shuang, resaltó que “los intercambios entre Estados deben observar el Derecho Internacional y las normas básicas de las relaciones internacionales”.
Asimismo Shuang afirmó que se opone a la injerencia en los asuntos internos de otros países.
Continúo diciendo que respalda las mesas de diálogo para lograr una solución que solvente la crisis que afronta Venezuela.
Sobre los convenios entre el gigante asiático y Venezuela, señaló que estas se establecen bajo la igualdad y buscando el beneficio mutuo.